Si bien el Transantiago ocupa gran parte de la agenda del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), la titular del ramo, Gloria Hutt, también está preocupada de lo que ocurre en los terminales marítimos del país, ya que la cartera administra la relación con las empresas portuarias estatales.

Aunque la ministra destaca que todos los terminales del país son importantes, los de la zona central tienen una relevancia clave en el comercio exterior del país. En ese contexto, Hutt sostiene que es necesario avanzar en el desarrollo del Puerto de Gran Escala (PGE) en San Antonio y en las obras de la concesión del Terminal 2 de Valparaíso, en manos de Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), que pertenece a Aleática, firma ligada al fondo australiano IFM que adquirió OHL Concesiones.

TCVAL es un proyecto de US$ 500 millones y sus obras se han retrasado, principalmente, por trámites ambientales, aunque ya tiene luz verde de las autoridades. Hutt indica que es importante el avance de ese proyecto, pues una congestión portuaria en Valparaíso encarecería los costos de las exportaciones chilenas.

«Tenemos que anticipar oportunamente la capacidad portuaria, dado que nuestra economía tiene un componente de comercio exterior fuerte. El tiempo que se necesita desde que se planifica un puerto hasta que está operando es muy largo, es del orden de 10 años», sostiene.

-TCVAL acordó con la estatal Empresa Portuaria Valparaíso ampliar la fecha para poner fin anticipado y de forma unilateral al contrato, desde octubre pasado a marzo de 2019. ¿Sabe si el inversionista hará el proyecto?

«Tienen recién los permisos ambientales, que fue la demora mayor, pero ya está con todas las aprobaciones. Hay una prórroga de la cláusula de salida que tiene que ver seguramente con el reacomodo del proyecto por las tardanzas. El plazo que ha pedido es razonable y esperamos que continúe tal como estaba previsto, porque esa capacidad adicional es muy necesaria».

-¿El nuevo dueño de la concesión del Terminal 2 de Valparaíso les ha dicho si quiere seguir con el proyecto?

«No hemos recibido información que nos indique que va en otra dirección a la que estaba prevista. Así que confiamos en que todo siga».

-¿Cuál sería el costo de no hacer las inversiones portuarias en la zona central?

«En el caso de tener congestión portuaria, por ejemplo, en Valparaíso aumenta en US$ 100 millones por año el costo de nuestras exportaciones, y eso afecta la competitividad de los productos chilenos, se hacen más caros. Eso es mucho. Los productos van a mercados que son muy competitivos y en los que cualquier diferencia pequeña de precio afecta».

-Con relación al PGE, ¿hay fecha de licitación?

«No hay fecha de licitación, pero ya están ingresadas las consultas al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, hay una cantidad muy grande de estudios de ingeniería, de suelos, de marea. Existe un buen soporte de información que prepararía una licitación. Eso está bastante bien encaminado».

-¿Los nuevos planes portuarios en San Antonio y Valparaíso van a conversar con proyectos ferroviarios para mover carga?

«Cuando se piensa en la forma de operar, por ejemplo, del Puerto de Gran Escala en San Antonio, y en sus dimensiones, realmente cuesta imaginárselo sin una conexión ferroviaria de buen estándar. No es postergable una inversión que conecte al puerto de San Antonio con la Región Metropolitana. En Valparaíso es algo bastante similar, así que hay una necesidad de mejorar la conexión ferroviaria».

-¿Nuevas instalaciones para cruceros son relevantes?

«Sí, efectivamente. En el muelle Barón está prevista una inversión para cruceros en Valparaíso. San Antonio ha desarrollado una capacidad para cruceros inesperada, porque fue el resultado de un problema en Valparaíso. Ciertamente, es una industria que tiene un potencial grande de desarrollo en Chile, así que empieza a ser natural la consideración de muelles de cruceros en más de un puerto».

Fuente: Emol.cl